Archivos diarios: 14 febrero, 2013

Fin de la dieta si es que alguna vez la hubo

Mañana tenía la revisión en la endocrina. Digo tenía porque no voy a ir.

En los últimos análisis no me encontraron nada extraño, así que resulta que es sólo que estoy gorda.

En mi última visita le comenté las dificultades que encontraba y no me dio una solución que me sirviera. Ante mi comentario: “es un lio llevarme la comida al curro y demás”, me dijo que usara la creatividad.

Tenía un menú de 1500 calorías de la que estoy segura que no llegaba a consumirlas ningún día.

Y ya he asumido que no hago ejercicio. Me autopongo excusas. Para que engañarme a mi misma.

Siempre lo retraso. Y se trata de 30 minutos de ejercicio ligero, nada de correr maratones de 30 km.

Hoy hace frío. Mañana sí que sí.
Hoy he tenido un día duro. Pero mañana estaré mejor.
Hoy tengo sueño, pero de mañana no pasa.

Y sí, si que pasa. La radio está preparada por si ando, la esterilla está lista por si hago Pilates y me he comprado un libro de GAP con DVD que leer sí que he leído.

Y volviendo a la comida, no me he tenido que quitar de cosas como fritos ni de lentejas con chorizo porque no la comía antes.

Agua bebo como siempre: mucha (de hecho ahora que lo escribo tengo mucha sed). Tengo una botella en cada habitación y no tengo problema en beberla.

Ensalada: me encanta, ya la comía antes de.

Y aceite, siempre he cocinado con unas gotitas, no me gustan la cosas aceitosas.

Así que el problema es la fuerza de voluntad para “moverme”.

Probamos a salir a andar. Lo conseguimos 2 días. Mucha logística y un horario (el mío) bastante incompatible.

Así que sí, que dejo esta no dieta que nunca ha sido cumplida al 100%.

Veo a las famosas y tienen algunas un “culaco” y un tipo…que pienso: si ellas que tienen más pasta para tratamientos no lo consiguen…

Y últimamente me he cruzado con gente del pasado, mujeres, concretamente y hay una, que hizo una dieta de esas milagrosas, ahora ha dejado de fumar y está inmensa.

Puedo aceptar estar gorda, pero me da pavor doblar mi tamaño.

Además, echo de menos cocinar. Con cosas de dietas hay muchas cosas que no puedes echar. Y quiero dejar de pensar en lo que está prohibido y obsesionarme con lo que dicen las etiquetas de los productos y cuántas calorías suponen.

Tengo un libro de recetas saludables y me compré otro de “Recetas para no engordar”. El primero me gusta y he probado ya varias cosas. El segundo, si hubiera podido hojearlo (¿ojearlo?) no lo habría comprado. Las primeras 10 recetas son “Cómo hacer sopa de ajo (que odio) de 10 maneras diferentes”.

Así que esta semana, que me toca viernes tarde libre, se me planteaba el dilema de ir al médico y no tener tarde libre o no ir y acabar la jornada doblonesa a mitad del día.

Mucho tiene que pasar para que sacrifique mi tarde libre de mañana, jajajajaja.

Los Doblones se me hacen muy cuesta arriba.