Da muchísima rabia cuando guardas algo usando la lógica y el sentido común.
Estás convencido que es el mejor sitio donde puedes guardarlo.
Te sientes superorgullosa pensando que cuando lo necesitas, sabrás donde estará, porque ese es su lugar.
Y te da una rabia infinita no encontrarlo cuando lo buscas.
Usas la lógica, el sentido común e incluso rebuscas en tu memoria todo lo que hiciste el día que lo guardaste.
Si tienes suerte, lo encuentras y vuelves a entender por qué lo guardaste ahí.
Si no la tienes, te obsesionarás.
¿Dónde estará la libreta de italiano que me curré tanto cuando fui a clase?
¿Por qué he encontrado los libros y el diccionario pero no la libreta?
¿Dónde estarán las pastillas de encender la chimenea que compré antes de ir de vacas en diciembre a casa de Petra en Alemania y me dije mientras las guardaba “Voy a guardarlas en este cajón por si mientras no estoy Turbo le da por comérselas y se me muere”?