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Una libreta en Instagram

Mequis, necesito tu ayuda. Es un momentino. ¿Puedes bajar a la zona de esparcimiento de la planta baja ?

Y como es tan maja, pues allí nos encontramos.

– Resulta que he ganado un premio en un concurso de Instagram. Una libreta!!! Estoy emocionadísima, pero tengo 2 problemas: Quiero contestar al comentario y no encuentro la opción de contestar.

– A ver, tú no puedes contestar porque eso no es un comentario, es una publicación. Lo que haces es escribir y es un comentario.

– Ah, claro. Lógico. Y mi segundo problema es que me han enviado un mensaje privado preguntándome la dirección donde la mandan y ahora con consigo encontrar ese mensaje. Ni en opciones ni nada.

– Mira, este icono es el de los mensajes. Ahí lo tienes.

IG_icons

La miro con cara entre de lástima y de vergüenza y le digo:

Lo sé, ahora te estás preguntando que qué narices es esta situación en la que una doblonera del departamento de IT te pregunta dudas de una aplicación de móvil.

Y si, parece absurdo, pero en temas de redes sociales, voy más perdida que un pulpo en un garaje. Pero mi curro lo hago bien, siempre y cuando no le preguntes a mi jefe.

Pardala mode

En el grupo Chiquicenas solemos convocar, confirmar o posponer y gestionar el día de la cena semanal en el chiqui-ático.

Ahora que Yorch vive en la city, esperamos a que sepa cuando viene para aprovechar y quedar.  veces me lo dice a mi en privado,a  veces no.

Adjunto conversación de lo pardala que estoy.

chiquicenas

Bisbi

Leyendo el post de Nisi sobre la música y David Bisbal me he acordado del día que fui a ver a David Bisbal.

Estaba estudiando con una amiga (dejó de serlo al tiempo) y nos llamó la madre de una niña que era prima de un amigo nuestro. Era la época triunfitos, acababan de salir de la academia y estaban de giras varias. Y esta mujer estaba obsesionada con ellos. Parecía que lo hacía todo por su hija, pero la niña tenía 11 años y no creo que necesitara todo ese esfuerzo. Podría haberme ahorrado el párrafo pero entonces no se entendería el surrealismo de la historia.

Entre estudiar y ver a Bisbal, elegimos a Bisbal. Estábamos convencidas que íbamos a una firma de discos o algo parecido hasta que la mujer, mientras conducía, me dijo:

Vis, tu coges a la nena y te metes por la puerta de emergencia del parking subterráneo, que me la han dejado entornada.

Yo, con los ojos como platos flipaba.

¿Parking? ¿Me la han dejado?
¿A que nos habíamos apuntado?

Pues a ser una de esas locas que hace vigilancia para ver a un famoso.

Al final, entramos en el parking subterráneo donde se alojaba. La mujer ya conocía al segurata de ese turno y nos dejó pasar. Y aparcamos. Y esperamos al menos una hora. Yo me quería ir a mi casa de pensar en la situación: 4 personas agazapadas dentro de un coche en un parking a oscuras esperando por si daba la casualidad que Bisbal se iba a algún sitio. Y éramos privilegiadas. Nadie puede entrar a un parking de hotel así por que sí. Teníamos contactos.

Al final, salió. A la mujer le dieron el chivatazo y salimos del coche y corrimos hacia una puerta cerrada. Él salió de la puerta y entró en un coche con la puerta abierta. Estuve a medio metro de Bisbal. Y desde dentro del coche, él miró a la niña y le cantó una frase.

Y ya. Volvimos a nuestro coche y a nuestra casa. Aún flipo en colores.

En ese momento decidí que nunca sería una groupie. Tengo demasiada dignidad.

La mujer siguió con su fiebre Triunfitos. Llegó incluso a ser amiga de la madre de la Fergó y la niña heredó la ropa de cuando era pequeña.

El becario yogurín

– Vis, tienes que añadir al becario en el grupo de correo que usamos
– Ok, un momento y te lo pongo. Ya lo tienes
– Muchas gracien
– Que majo es el becario, eh?, te has quedado el mejor.
– Si
– Y que guapo, si él tuviera más añitos o yo fuera más joven…
– Vis, lo que tú digas, pero deja de hablar
– Tranquila, que no me oye
– Sí, sí que te está oyendo
– Ups, ok, vale… hasta lueguen…

Morenita

– ¿Tu novia ya ha encontrado ya curro?
– No.
By the way, ¿Cómo se llama?
Fulanita.
– ¿Tienes alguna foto de ella aquí?

Y ya no se puede aguantar y me mira raro. Pero su compañero le dice: “Lo hace con todos, si sabe que no las va a conocer en persona necesita verlas al menos en foto. Es inofensiva

Me la enseña y le digo:

– Uy, que chiquitita.
– Sí, y más si la comparas conmigo.
– Y jo, que envidia. Qué morenita que está.

Se ríe, yo no y entonces me dice: “Vis, es que es colombiana”