Llegó el día y estaba todo controlado. Me quedaba por hacer los gorros de Pilgrim pero mientras se hacía el pollo tenía tiempo.
Sí, la final fue pollo. Y me quedó así de bien cosido y relleno:
Puse a precalentar el horno y saltan los fusibles. PUM!. Que no cunda el pánico. El calentador está encendido. Lo apago.
Lo enciendo de nuevo y todo ok. Me voy a la ducha.
Salgo y al abrir el horno, noto que no está muy caliente y me doy cuenta que, con el tema de los fusibles, he dejado la temperatura a cero.
La subo y PUM! Salta los fusibles. Me acuerdo que la calefacción está encendida. La apago. Lo intento de nuevo varias veces pero siempre acaba con un PUM!.
El tiempo avanza cada vez más y para preparar el pollo, 2 horas y media, me estoy quedando corta.
Desconecto todo lo que puedo y nada, siempre PUM!.
Empiezo a desesperarme porque lo único que tengo conectado es la nevera.
Uso el comodín de la llamada a mamá. Le hago caso y bajo todos los fusiles y espero un rato antes de subirlos. Nada. PUM!.
Pasamos al plan B. Ir al súper a comprar comida. En el chat tienen la iniciativa de traer croquetas y bravas. Morirnos de hambre habiendo supermercados abiertos no es una opción.
Pese a que el pollo no ha salido, había otro ave que sí me había salido a la perfección. Así pintaba la mesa, con pavo doradito por fuera y crujiente por dentro incluido:
Y la velada… genial. Cuando se han ido y recojo, me doy cuenta que no hemos usado mi comida. Que anfitriona de pacotilla.
La guirnalda del photocall les encanta (no hay mérito por mi parte, la elección de colores y forma las he sacado de Internet) y me toca forzarlos a que nos saquemos unas foticos.
Faltan los gorros de peregrino y peregrina. Se supone que los hacía mientras vigilaba el pollo. Pero os dejo las instrucciones a continuación por si os interesa.
De aquí saqué los recortables/ideas/plantillas: