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Ettlingen’s Sundays

Ayer estuve en Heidelberg de turista. Hoy se suponía que iba a Estrasburgo.

Pero con el sueño que tengo siempre y más esta semana pasada que me he levantado a las 7 todos los días y acostado a las 00:00 no lo vi factible y cancelé el billete de bus.

¿En que estaba pensando yo para coger un bus en DOMINGO a 25 minutos en tranvía y que salía a las 08:35 y que además volvía  a las 19:40?

Supongo que lo hice porque los otros horarios no eran compatibles con aprovechar el día en la ciudad: llegar a las 12:30 y volver a las 16:30.

Ah y le añadimos lo de que anoche se cambió la hora. Domingo, cambio de hora y lo que me cuesta madrugar. No sé cómo no vi las señales antes de comprar los billetes. Voy a echarle la culpa al sueño que, como siempre, no me deja pensar con claridad.

Así que, anoche me dieron las tantas, hoy e he levantado a las 10 para desayunar, he vuelto a la cama y me he despertado a las 14:00. En mi defensa, con el horario de ayer hubieran sido las 13:00.

Y he salido con la esperanza de encontrar un sitio en el que aún me dieran de comer.

El otro domingo que pasé en Alemania, el pasado febrero, parecía que andara por un pueblo deshabitado. Sin gente por la calle, todo cerrado y nublado.

Cuál ha sido mi sorpresa al ver las calles llenas de gente por la calle, en bicicleta y comiendo HELADOS.

La sorpresa ha sido mayor cuando, al girar hacia LA plaza del pueblo 100% adoquinado, sólo veía gente. Y COCHES dentro de la plaza. Al acercarme he visto que era una exposición. Era gracioso a la par que extraño ver a la gente abrir los maleteros y  meter y sacar bolas de la compra.

Pero cuando ya me he vuelto loca ha sido al ver las tiendas abiertas en DOMNGO: zapaterías, librerías, papelerías, droguerías…

En este pueblo, en el que me tiraron el otro día de un supermercado de 2 plantas a las SIETE de la tarde porque era la hora de cerrar.

Al ver la papelería abierta (la primera tienda que he visto abierta) automáticamente he mirado el móvil para comprobar que no era LUNES.

Le he preguntado a la dependienta que por qué está vierto siendo domingo. Ella me ha contestado: estamos abiertos hasta las cinco. Aquí lo del inglés tampoco se lleva mucho.

Así que he decidido que debe ser que el horario comercial alemán tiene una excepción: si hace sol, se abre. Y punto.

Lo que hace el buen tiempo. Incredible.