Archivos diarios: 7 febrero, 2013

Feaaaaaaaaaaaaa

Cuando hice la entrevista en Los Doblones me comentaron que había una chica en Alemania haciendo el mismo trabajo que yo haría aquí.

Y yo pensé: ¿Y a mí qué? Total, cuando tenga que ir a Los Doblonen será porque ella se habrá ido de vacaciones y no estará.

Transcurridos los días y la llamada de teléfono, me convertí en doblonera.

Y me encantó mi equipo, no eran ni parecían nerds. Eras personas hombres normales.

Pero, no sé por qué, puede que porque fuera una fémina, o porque fuera más richarachera que el resto del equipo o porque me cayó bien, conocí a Petra*.

Ella se encargaba de nuestro newsletter en un despacho far far away de mi mesa, pero siempre se pasaba y comíamos juntas.

En cuestión de unos días le cogí un cariño impresionante.

Tanto que, cuando me enteré que ella era la chica de Alemania pero que se le había retrasado su incorporación en Los Doblonen se me cayó el mundo encima. Aún no lo he superado.

¿Y cómo es ella? Cuando la ves de lejos, la catalogas como una mujer normal, no de las que van de punta en blanco, pero tampoco una dejada de la vida. Luego, cuando la conoces, es la caña. Es muy bruta, muy lista, muy cariñosa (aunque le cuesta mostrarlo) y de tan buena que es, es tonta, como muchos de nosotros.

No me acuerdo de nuestros inicios pero sé siempre estamos en contacto a través del chat interno de la empresa. Todas nuestras conversaciones empiezan así:

Yo: Feaaaaaaaaaaaaaa
Ella: Qué?
Yo: Nada

Y no sé por qué pero le tengo muchísimo cariño.

A pesar de que a veces, como cuando me habló su anterior amor y el actual,  me engañó (sin maldad) y me dio información incompleta.

Con otras personas me enfadaría pero con ella ni me lo planteo. Además, me siento especial porque no comparte dicha información con casi nadie.

Lo malo viene cuando me pide consejo o me cuenta cosas y no tengo nunca ninguna respuesta/consejo que darle.

Mañana hará dos años que nos conocemos. ¿Y por qué este post dedicado?

Porque me apetece que me lea. Y porque ella sabía de la existencia del blog pero no su acceso a él.

Y sobre todo, porque me lo merezco. No puedo decirle a la gente que tengo un blog y que les pique la curiosidad y no decirles cuál es. Y menos si es ella.

Y porque le tengo miedo. Ella se entera siempre de todo antes que nadie y no me ha encontrado porque no ha querido, eso lo sé.

Y porque quise hacer un trato y me salió mal:

– Petra, hacemos un trato, si lo encuentras por tus propios medios, te dejo leerlo.
– Vis, o me lo dices o cuando lo encuentre por mí misma, se lo digo a todo el mundo.

Así que aquí estoy, en el bar, escribiendo y subiendo el primer post que va a leer.

Y espero que le guste.

Ains que nervios.

 

*Petra no es su verdadero nombre, es uno que se inventó su chico, al que yo llamo Peter