Hace unos días mi Gmail me avisa que hay una nueva interfaz.
Pero no quiero cambiar. Lo hice con el Reader y es feísimo. No me mola nada.
Al pinchar sobre el aviso:
veo, en la vista preliminar, que sigue la misma línea, ser feo hasta morir. Y no sé si podré volver a elegir el tema Playa que me encanta porque va cambiando dependiendo de la hora y del tiempo que hace.
¿Y qué decir de la sutil manera de decirte: “Puedes cambiarla ahora o esperarte, pero que sepas que te cambias sí o sí”? Porque una vez conocido Gmail, desapuntarse ya no es una opción.
Y aquí estoy, retrasando lo inevitable =P