Me escuecen los ojos al pelar y cortar cebollas, como a la mayoría de los terrícolas.
Escuece mucho.
Y con la misma intensidad, me encanta el olor a cebolla que se me queda en las manos.
Pero en esto creo que somos una minoría.
Me escuecen los ojos al pelar y cortar cebollas, como a la mayoría de los terrícolas.
Escuece mucho.
Y con la misma intensidad, me encanta el olor a cebolla que se me queda en las manos.
Pero en esto creo que somos una minoría.