Cuatridoblonera

cuatridobloneraCuatridoblonera ya. Difícil de creer en estos teimpos que corren. Recuerdo perfectamente cuando me llamaron a la entrevista en la ETT, luego en Los Doblones y cuando me dieron el puesto, que me preguntaron cuándo quería empezar. Y yo, que llevaba 4 meses de vida de jubilado usando los ahorros, pensé “Pues ahora que me van a dar el puesto, pues empezar dentro de un mes estaría bien y así disfruto un poco más de la vida.”

Pero no cayó la breva y sólo tuve una semana de seguir haciendo nada.

Al principio, siempre tenía el miedo de que me despidieran (con el tiempo he descubierto que todos los dobloneros tienen esa época), y más viendo que pasaba al momento, pero al final se me pasó. Y piensas: “Puede pasar cualquier día”, así que dejas de agobiarte. Sobre todo cuando sabes que has reunido el tiempo suficiente para cobrar el paro.

He conocido a gente maravillosa con la que trabajo, pero trabajar con Barkley es de lo mejor que te puede pasar. Le tengo un cariño inmenso.

Pero llegó Pommery y ahora no podría elegir entre Barkley y ella.

Pero después de ellos, están las chicas de comer, a las que me atreví a invitarlas a mi chiqui-ático a comer.

Y las de recepción, que es difícil no querer a ninguna de las dos.

Dicen que el trabajo dignifica. Mentira. El trabajo se lleva mejor con gente como esta. Y ya. Yo sería igual de digna si no tuviera la necesidad de trabajar.

La verdad que me siento muy afortunada. Fue perfect timing. Llego a España después de mi aventura en el extranjero (entre otras cosas) y echo un curriculum. Y me cogen. Se repitió la misma historia que en Dublín. Pero esto es casa, es diferente.

Como todos los curros, lo mejor son los compañeros. Pero por supuesto, a pesar de tenerlos, se pasa mal más tiempo de lo que se debería.

En estos momentos bastante deprimida pero no desmotivada. Hay mucho curro y el nuevo jefe desde verano me dice lo que todos: “Yo también trabajé en Helpdesk y sé que es difícil planificarse, pero debes planificarte”.

Pero este jefe me gusta. No al 100% pero me gusta, quiere mejorar cosas pero con cabeza.

Si tuviera que decir que es lo peor que llevo es un empleado con el que trabajo en el mismo departamento. Fue mi jefe durante una temporada y no sé qué me gusta menos, como jefe o como compañero. Sólo sé que durante año y medio en Los Doblones no quise venir a trabajar. Because of him.

Pero bueno, de esta gente hay everywhere. Así que sí, trabajar en Los Doblones es un regalo. Remunerado. Y a 10 minutos en coche de casa.

Ah, para celebrarlo, le he pedido a Ems que si me hacía un detallito: una tarta pequeñita. Me hace mucha ilusión. Y me ha dicho que sí. Que maja.

4 pensamientos en “Cuatridoblonera

  1. Nisi dice:

    Ostras, me acuerdo cuando empezaste en los Doblones, ¿hace tanto que te sigo?
    Sin duda, la gente que te rodea currando es lo que separa la felicidad o el infierno laboral. Aunque nunca suele ser todo tan extremo, suele haber siempre algo intermedio.

    • Visitante 4576 dice:

      Será que soy de extremos, porque tengo la felicidad con estrés, eso sí y en el otro extremo al individuo. Es tan difícil trabajar con él. Y no sólo me apsa a mí.

  2. Carlos dice:

    ¡Felicidades doblonera! El trabajo por cuenta ajena no dignifica… pero el trabajo así en general, no sé… bien no dignifica pero sí te ayuda a ser un poco más «consistente».

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