The Curse returns

«El retorno de la maldición» podría ser un título de película.
Familiar, apta para mayores de 7 años.

Y puede que lo sea, pero en mi caso hace referencia a esa maldición que me persigue desde hace años cada vez que recibo dinero extra.

Que sí, que pensareis que soy una pesimista, una negativa.

Que sí, que podría haber pasado aunque no se hubiese cumplido la condición de recibir dinero extra.

Que sí.

Pero no.

Hace al menos un mes que sé que había cumplido mis objetivos en Los Doblones. Sabía desde hacía mucho más tiempo que la empresa había conseguido los suyos y que por tanto, había beneficios a repartir con los dobloneros.

Pero ha sido hoy, no otro día, ni ayer ni mañana, cuando Barkley se ha reunido conmigo para hablar de mis objetivos y comunicarme que los había cumplido.

También ha sido hoy, no otro día, ni ayer ni mañana, que he salido, y después de gestiones varias he llegado a La Cueva, he ido a cerrar el espejo retrovisor (para que ningún coche le pegue «sin querer») y voilà: HA CRUJIDO Y SE HA ROTO.

Lo he tenido que pegar con cinta para dejarlo fijo.

Que sí, que no tiene sentido que se cumpla una maldición cada vez que recibo un bonus de dinero.

Pero los hechos hablan por si solos.

Y que sí, que lo mire por el lado positivo, con el dinero extra lo arreglo.

Pero digo yo…

¿qué placer tiene el dinero extra si al final no puedo elegir con qué me lo gasto?